Tras rodar por el suelo y medio romper mi cesta de
setas he llegado con hambre y me voy a
comer éstas: un
hongo con anillo, un puñado de las de cardo (o raca para los vascos) y, por suerte me vino al caer, que pude ver estas últimas y únicas de
pino (la negrilla). ¡Hoy me pongo "las botas" jeeje!