¿Qué entiendo yo de esta encarnación de Dios? Cuando celebramos el nacimiento de Jesús hijo de Dios, los creyentes de
Cristo como Rey de bondad; lo vemos y sentimos tal icono de una disciplina moral que hemos aceptado practicar. Su vida, relatada y extendida durante los evangelios proferidos por los sacerdotes cada día en nuestras
iglesias, nos recuerda las directrices de una conducta humana impecable y acertada para nuestra
felicidad y satisfacción de nuestro espíritu natural e individual. Una manera de servirnos y servir a los demás en el respeto y las solidaridades ante todas esas vidas que nos acompañan durante el éxodo de nuestra existencia.