Ir al pueblo, para los que nos consumimos en ciudades, es como volver a recuperar cierta libertad. Compréndase que son vacaciones. Un desahogo a las preocupaciones cotidianas de gran calado, en las que el sujeto se levanta sin la menor prisa para dejarse llevar por un capricho espontáneo; sólo preocupa el clima y hacer que cada día del que dispone cuente y sea grato. La salud del momento también tiene interés para determinar en qué ocio se pierde o se empeña tan requerido... ¿Decir: "un nio" de golondrinos; es lo correcto en mi pueblo?