Qué maravillosa mañana (pensaba) hoy descubriré un rincón tan misterioso, tan lleno de leyenda; y me rumiaba el cerebro aquellas frases del relato: “un señor sorprendido frente a ese chorro cristalino, pura vida que brota de la tierra; sangre regeneradora de todo cansancio. El agua y sus propiedades mágicas, tan eminentemente estudiada, hoy hacía un exceso: aportaba a este viajero riqueza material, lo colmaba de oro; de un hilo arcano que no parecía tener fin.”