Es sorprendente la de información que se saca en una tertulia familiar, cuando se coincide en casa de uno o de otro. Y un servidor saca una hoja de papel (en este caso fue una carta del administrador de fincas) para ir tomando nota de lo que tiene sustancia informativa. Y aprovechando los espacios libres del membrete de dicha comunicación, con tinta de bolígrafo, se comienzan a embadurnar esas impolutas oquedades. A veces no cabe todo en los membretes y se recurre a los estrechos puntos...