ayer, LAGUNILLA

Puede que alguien se reconozca, aunque no se ve bien
(Agosto de 1978)
UN VERANO QUE NO ENVISTE

Dos días de sol y tres de agua. Seguimos de espectadores, no hubo una primavera lúcida y no vemos entrar con firmeza el amarillear del trigo, los pastos ahogados e intentos prados verdes. No madura el cereal ni el calor que los caliente. Se ha de trillar más tarde si la cosecha no se pierde. La ropa de abrigo se perpetúa y la manga corta, los trajes de baño y gafas protectoras yacen en los cajones esperando el turno que no viene. Otro día de agua y cielos cerrados como...
EDITAR UN LIBRO

De cuanto pude sujetar en mi historial de infancia, recuerdo alguna casilla cerca del corral del concejo en donde metía mi padre dos vacas: la una se llamaba hierba y la otra ligera. La mejor leche que probé nunca vino a mi casa en una calderilla, la hirvieron en una gran cacerola y, cuando la nata asomaba en la superficie, metí el dedo goloso en ella ¡Qué grueso espesor tenía! ¡Qué rebanadas de pan con ella! Azucarada golosina de almuerzo, cómo fueron aquellos bocados ricos de...
CAPOTE

Y la voluntad es plausible, el animal es presente; el lugar del encuentro parece el adecuado. Pero nada se mueve. Un espontáneo estimula atrevido la fiesta mientras, al fondo y sin capote, ni una gota de ánimo se siente. Parece el toro aburrido y, sin capote, no se alegra esa gente.