¡Qué pereza tienen algunos! Ahí, pelando cuatro patatas ¡Claro se ve! Claro cómo el agua. Basta mirar el poco brío y esa cara… achaflanada; hundida si cabe y con mala gana. Pocas veces que son ahora escasez de destreza y maña. La cocina gusta a todos, en tanto sea meter ideas y caprichos al guiso; pero, de mondar y pelar, ni una vaina. Así marcaba el ritmo este equipo de casa. Tuve yo que entrar de lleno a ello y, apartando herramienta buena, cortar...