¿A quién no le gusta cambiar de muebles? Quizás también de imagen. La imagen siempre fue importante, es lo primero que se capta. Una casa triste sólo atrae tristezas, un carácter pesimista, sin duda alguna, resoluciones pésimas.
A mí, personalmente, me va bien sonreír a las dificultades; y ellas ceden despacio, paso a paso se solventan. Es cuestión de aptitudes que sean graves o llevaderas. Según se encare la mudanza, puede ser ardua o ligera. Los muebles, como la vida; se...