Una bandeja de setas curiosas y... seguro, seguro; pocas, pocas de ellas buenas. Ahí teneis, abajo del todo y ala vuestra izquierda; un cogollo de pie de gato. Es la única que me atreví a comer y, os aseguro que es muy buena. Palabra.
No sé. Tan sólo quería mostraros que, de vez en cuando, sigo buscando esa amanita cesárea. Que, sin pretenderlo, estoy aprendiendo setas nuevas y, esta foto que os he colado, es para daros a conocer el "pie de gato" que me he comido y, como podéis comprobar, aún sigo entre los mortales. Las otras setas de esta bandeja no las consumí pero quise fotografiarlas junto a la que os cuento. Es la de abajo del todo, según estáis mirando, la de la izquierda.