Hay que ver... ¡Cómo han crecido los débiles-frágiles castañitos.., casi invisibles! Ahoras nos recreamos contemplando el pueblo desde la lontananza mientras admiramos esta hermosa alfombra vegetal a nuestros pies.
"Bello es lo que uno ama", eso decía el más universal de los rectores de la Universidad de Salamanca, quizá por ello mi pueblo me parece el más bello del mundo.