Desde la mansedumbre apacible en el sosiego que presentan las aguas tranquilas en los estanques es apenas concebible la energía que se puede obtener de ella. Basta un elemento de base que actúe sobre ella, el movimiento; la caída libre en un espacio prolongado y grave en altitud nos desenmascara la realidad y la fuerza que se halla en lo aparentemente inofensivo de su materia. Espectacular alarde de rugidos bravos que despiertan la sierra, voz de Neptuno que arrastra y erosiona canteras;...