Es curioso que esta foto lleve el titulo de soledad y tan sólo aparezca un árbol. Pero hay algo muy especial en sus brazos y ramas que invita a pensar entre la brumosa nieblilla. Están tan accesibles que, desde los vicios de la infancia hasta la adolescencia pasada, este habría sido uno de los elegidos para trepar o fantasear con aquellas descerebradas aventuras que nos suscitaba subir a este tipo de árboles.