Son casuchas aquellas, las que recuerdo que habitaban las bestias, las últimas de la calle o las que quedaban desoladas en plazuelas ya sin vecinos; algunas con excepciones por el motivo que sea. Yo recuerdo siempre calles mudas, cerradas o respaldadas a las que frecuenta la familia rústica de aquellos años. Si es verdad que, por sus vicisitudes, entraban y salían de sus portones los serranos y serranas, pastores y ganaderos ellos, con cierta y habitual secuencia; pero no eran,...