Cada persona que pasa por nuestra existencia es un manantial del cual bebemos algunas veces, de las que adoptamos ciertos conocimientos, gestos o manías; caprichosamente elegidos según el grado de impresión que nos causó. Yo quizás no conocí a Guillermo (tío), pero la convivencia con Guillermo (sobrino) que tuve en mi larga juventud; puede darme una pista de cómo pudo ser esta persona; por el reiterado nombre es posible que fuese el padrino de mi querido amigo y, pienso...