Sucede cada año. Es la gran oportunidad para muchos de nosotros que, alejados de nuestra tierra natal, sus fiestas nos brinda el encuentro con las personas que marcaron la infancia o nuestro pasado. Todos acuden a esa cita patronal.
Es el gran día. Cuando acudimos a nuestro pueblo por las fiestas sucede. Esos amigos de infancia y otros muchos que has ido acumulando por otras circunstancias los encuentras ahí, con la sangría que generosamente se reparte entre los asistentes. Nuestro encuentro colma la satisfacción de las fiestas.