Esta es mi tia Felisa Gallardo Garrido y su hijo José. Ella es hermana de mi madre. Un día salieron de Lagunilla hacia Buenos Aires y ya ha pasado más de cincuenta años. Hoy tiene noventa y cuatro, de sus hermanos sólo vive Feliciano y, ambos ya son muy mayores. No olvidan nunca su pueblo.

(12 de Septiembre de 2013)

Estimada Ana María:

Es ahí, en esa melancolía, donde se refugia el alma para sentir alegría.

Un abrazo paisana.
ohhh pedro que se estruja el almita y los pensamientos bailan por las calles de lagunilla... pero que es cierto que miro las fotos y me pregunto adonde estàn las mocedades, y las canciones...
las llevamos puestas. Nos abrigan en los momentos dificiles.
Que me has puesto melancòlica...
OLVIDO

Hemos surcado los mares llevando el corazón herido, dejando hermanos, madre y padre en la tierra donde he nacido. Las calles bañadas de recuerdos y los campos de nuestros cultivos se fueron con nosotros en el testamento de un pueblo que no olvido. Regreso tras muchos años, arrastrado por el cariño; más las gentes que hoy la habitan no tiene nada conmigo. Son acaso vástagos de aquellos rostros que partieron aquel día en mi barco y no supe dar por cierto que los dos seriamos olvido.
LOS QUE YA NO ESTÁN

Hemos ido viendo, a lo largo de los años, cómo la gente abandonaba nuestro pueblo para buscarse el pan; hermanos que se separaban casi de por vida con la certidumbre de que las distancias harían imposible volverse a ver. Algunos corrieron esa suerte. Pero tras medio siglo de esas ausencias hubo suerte y se tendieron puentes que permitieron algunos reencuentros. Quizás la bonanza económica de algunas familias fue suficiente y pudieron éstas retornar unos días para poner el...