Llevo en la mente el recuerdo de una sociedad dinámica, de unos campos sembrados; gente que trabaja. Calles con murmullo alegre, tiendas visitadas; aprendices con aspiraciones y profesionales con saña. Un celo en el trabajo que grandes satisfacciones grava. Ahí, lejos de estos tiempos, apartado de una sórdida esperanza; quedan secuestrados los sueños de una sociedad gastada. La juventud de esta nueva era heredó la tierra agostada, sin materia donde aferrarse para salvar...