¡Vaya mañanas más frías! He soñado congestionado, mientras la tos lo impedía, que un puchero borbotea sobre la lumbre que madre mantenía. Flotaba, casi oculto entre las pompas, el alón de una gallina. Olía a puerro los vahos que hacia el llar ascendían y, en la superficie del caldo, espuma de grasa que naufraga despojando calorías. Asoman intermitentes jorobas de las zanahorias, un diente de ajo y la hojita de laurel en tanto la bella cocinera removía....