Ana maría peral
Es un placer participar con muy poquita cosa ha que todas aquellas personas, que por unas razones u otras, se han visto obligada hacer sus vidas, lejos del lugar que pasaron su infancia, a daros un poco de alegría. Seguramente este lugar no es tan idílico en la actualidad como lo recordamos de nuestra niñez. Pero sé, que todos aquellos que estáis tan lejos, lo se por familiares que también marcharon a ese país, anheláis como nadie nuestro pueblo y sus rincones, difícilmente comprensible para aquellos que no han sufrido la emigración, y menos con los que os fuisteis tan lejos, sé que Lagunilla es la añoranza continua, y que también de muchos de vuestros hijos, que habiendo nacido en ese país, les habéis transmitido el amor por este pueblo. Quizás los que residimos aquí, no sepamos valorar lo bastante ese merito.
Esta fotografía que ha caído en mis manos, es en honor a tantas familias como la tuya.
Es un placer participar con muy poquita cosa ha que todas aquellas personas, que por unas razones u otras, se han visto obligada hacer sus vidas, lejos del lugar que pasaron su infancia, a daros un poco de alegría. Seguramente este lugar no es tan idílico en la actualidad como lo recordamos de nuestra niñez. Pero sé, que todos aquellos que estáis tan lejos, lo se por familiares que también marcharon a ese país, anheláis como nadie nuestro pueblo y sus rincones, difícilmente comprensible para aquellos que no han sufrido la emigración, y menos con los que os fuisteis tan lejos, sé que Lagunilla es la añoranza continua, y que también de muchos de vuestros hijos, que habiendo nacido en ese país, les habéis transmitido el amor por este pueblo. Quizás los que residimos aquí, no sepamos valorar lo bastante ese merito.
Esta fotografía que ha caído en mis manos, es en honor a tantas familias como la tuya.