Hola Ana. Me ha emocionado lo que cuentas de tu familia. Mis padres, a pesar de que querían mucho a Lagunilla, nunca le dieron esa importancia para "el descanso eterno". Y mi abuela, la gran excepción, si que optó morir en tierra española. Volvió desde Buenos Aires a Pamplona para morir en el abrazo de su Patria. Allá (por no decir... La Pampa) dejó a sus otros hijos (mi tía Felisa y mi tio Manuel), prefirió morir en "La Piel de Toro" antes que a las orillas del Rio de La PLata. Mi madre se comprometió con ella y quiso que la enterraran en tierra, junto a su madre; y así lo hicimos. En Burlada se encuentran los cuerpos de María Garrido Gonzalez, Juana Gallardo Garrido Y Urbano Gonzalez Amatos (naturales todos ellos de Lagunilla).
Yo, como el guerrero que regresa de sus lides, ya tengo dicho a mis hijos: cuando muera quiero que me incineren y me regresen a Lagunilla, en cualquier rincón bosqueado de robles para seguir alimentando la tierra que me vió nacer. Y, si alguno me echa de menos, que venga y respire sus aires mondos, sienta en el mi espíritu y váyase con Díos.
Un saludo, me he alegrado de conocerte.
Yo, como el guerrero que regresa de sus lides, ya tengo dicho a mis hijos: cuando muera quiero que me incineren y me regresen a Lagunilla, en cualquier rincón bosqueado de robles para seguir alimentando la tierra que me vió nacer. Y, si alguno me echa de menos, que venga y respire sus aires mondos, sienta en el mi espíritu y váyase con Díos.
Un saludo, me he alegrado de conocerte.