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LAGUNILLA: Todos los días de verano los pasábamos en "El Risco",...

Todos los días de verano los pasábamos en "El Risco", sobre una de aquellas mesetas que se sucedían para aportarle rasura llana a la ladera y poderla cultivar. En la nuestra se remansaba un torrente de agua fresca y, mis mayores, la retenían improvisando una caudalosa poza. De ella surgían aromas frescos, de múltiples hierbas que eligen los humedales para vivir. Y, un acinamiento de piedras, daban techo y pared a una acogedora cabaña. Entre las amorfas oquedades que libraban tales cantos pétreos se hallaban (lo que eran para mí) los tesoros de la caseta: Un cuchillo ajado, una botella de aceite con vinagre y, hurgando en el sitio adecuado, sorprendías la bolsita de sal y pimentón; siempre estaban allí, esperando la hora de comerse un buén tomate o aderezar una copiosa ensalada. Desde la más tierna infancia... eso era mi tesoro.
Un saludo amigos.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pedro, qué hermosa tu exposición! cómo me remueves los recuerdos y los sentimientos cuando cuentas cosas y hechos acaecidos. Me has hecho venir a mi mente una historia que mi padre contaba siempre por lo inexplicable de su comprensión. Mi padre tenía una finca en el pareje ese que mencionas, El Risco. Ahora la tengo yo, como él la dejó con olivos y algunos ciruelos. Mi padre siempre decía quen un día, tras unos días o meses (no recuerdo) de mal tiempo y lluvias muy seguidas; cuando llegó a la finca, ... (ver texto completo)