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LAGUNILLA: Hola Fulgencio. No creo que me conozcas, sólo quería...

¿Quienes son y de qué año es este grupo?

Tocaban en torno a los años 1968-70, todo son chicos del pueblo, Emilio, Rafa, Fulgen y del otro no recuerdo su nombre, pero alguien ampliará la información.

Hola uno de ellos es hijo del cha cha? el que tenia un comercio en la carretera

Por los años en que estos atrevidos se lanzaron a la fama, yo era tan pequeño que no los recuerdo. Tenía unos 8 o diez años. Ya estaba viviendo en Navarra.

Hola Pedro, no sé la edad que tendrás pero la mayoría de los que salen en la foto no llegan a los 60 años en la actualidad. Esta foto tiene que ser los años 60 o 70, pero que nos lo diga el autor de la foto, porque él tiene una persona muy especial que sale en la misma y nos lo puede decir.
Ánimo Totti.

Hola, Cholo.
De los que aparecemos en la foto hay uno que no es de Corazones Alegres. Es el más mayor, José Pablo, amigo e hijo del dueño del salón de baile. (1º por la izquierda). El siguiente, Emilio, que se merece un homenaje por ser como es, acaba de cumplir los 60. El siguiente soy yo, que los hago el mes que viene. Y, por último, el más jovencito, recién prejubilado. Nuestro inefable...........
Rafa (como reza en la batería).
Más datos: Esta foto es del invierno de 1969-1970. Muy cerca está una boda de una hija de tía Melchora (Siento no recordar el nombre: ¿Juani?) (El Alzheimer hace estagos), y, un poco más adelante, otra boda en Holguera. (Cáceres). ¿Te suena?

Hola Fulgencio. No creo que me conozcas, sólo quería agradecerte la información que estas dando de los músicos; no creo que yo los conozca, o almenos no los recuerdo. Si recuerdo haber acudido a unas bodas que se daban en casa de Chago y en las que solían verse unos músicos, eran lo mejor de toda la fiesta; para la edad que yo tenía entonces y, la curiosidad infantil, me anonadaba escuchar los pasos dobles que salían de sus intrumentos musicales. Sentir el calor y las vibraciones de esas melodías era algo que, a esa edad, me robaba las fantasias de aprender a tocar alguno de aquellos instrumentos. Pero lo único que conseguí de mis padres, a fuerza de gimoteos, fue un saxofón de plástico que pronto me cansé de colgar del cuello. No había manera de que sonara como los vuestros.
Y ahora, ya mayor, me dí el gustazo de aprender guitarra clásica. Once años le he dedicado. Con clases particulares de media hora semanales, aquí en Pamplona; hasta este año. La crisis, los hijos y otros gastos; obligan a dejar de lado algunos gustos. Pero ya me defiendo leyendo partituras de melodías, mazurcas y algún choro. Lo ultimo una sonata (adaptada para guitarra). Eran las clases, a las que iba, impartidas por jovenes músicos que subvencionaba el ayuntamiento. Un alumno por profesor. Por eso salía caro.
A fin de curso dábamos un concierto y, en mi caso, yo siempre salía solo a escena. ¡Qué nervioso me ponía a principio! luego... con los años, un poco menos. No sabía yo que fuese tan impactante el salir a escena, ponerse delante de un público. Y, por calmarme, decía mi profesor: -"tu tranquilo, si te equivocas sigue, como si nada; mucha gente no conoce la obra y ni se enteran. Ya verás." Y eso hacía poco por poderme calmar.
¡Qué dificil es actuar!
Un saludo Fulgencio.