HOLA GUNILLEROS, PARECE QUE OS HABEIS IDO TODOS DE VACACIONES. BUENO, YA HAGO YO LAS GUARDIAS. ¡QUÉ CERCA ESTÁ YA LA SEMANA SANTA! VOY A INTENTAR HACER LOS HORNAZOS AL ESTILO DE MILY, SACARÉ UNA FOTO Y... SI NO SE ME QUEMAN, OS LAS MOSTRARÉ. ESPERO QUE HAYÁIS DISFRUTADO DE LAS QUE OS HE MOSTRADO DE MI VISITA AL PUEBLO. HA SIDO UN PLACER ACOMPAÑARLAS CON POEMAS ¿UNA IDEA RARA QUIZÁS?
UN ABRAZO A TODOS Y QUE PASEIS ESTA PRIMAVERA CON TODAS LAS BENDICIONES QUE OS HAGAN FALTA. HASTA LA VUELTA.
Día litúrgico: Sábado IV de Cuaresma
Texto del Evangelio (Jn 7,40-53): En aquel tiempo, muchos entre la gente, que habían escuchado a Jesús, decían: «Éste es verdaderamente el profeta». Otros decían: «Éste es el Cristo». Pero otros replicaban: « ¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?».
Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de Él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les dijeron: « ¿Por qué no le habéis traído?». Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre». Los fariseos les respondieron: « ¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en Él algún magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos».
Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús: « ¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?». Ellos le respondieron: « ¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta». Y se volvieron cada uno a su casa.
UN ABRAZO A TODOS Y QUE PASEIS ESTA PRIMAVERA CON TODAS LAS BENDICIONES QUE OS HAGAN FALTA. HASTA LA VUELTA.
Día litúrgico: Sábado IV de Cuaresma
Texto del Evangelio (Jn 7,40-53): En aquel tiempo, muchos entre la gente, que habían escuchado a Jesús, decían: «Éste es verdaderamente el profeta». Otros decían: «Éste es el Cristo». Pero otros replicaban: « ¿Acaso va a venir de Galilea el Cristo? ¿No dice la Escritura que el Cristo vendrá de la descendencia de David y de Belén, el pueblo de donde era David?».
Se originó, pues, una disensión entre la gente por causa de Él. Algunos de ellos querían detenerle, pero nadie le echó mano. Los guardias volvieron donde los sumos sacerdotes y los fariseos. Estos les dijeron: « ¿Por qué no le habéis traído?». Respondieron los guardias: «Jamás un hombre ha hablado como habla ese hombre». Los fariseos les respondieron: « ¿Vosotros también os habéis dejado embaucar? ¿Acaso ha creído en Él algún magistrado o algún fariseo? Pero esa gente que no conoce la Ley son unos malditos».
Les dice Nicodemo, que era uno de ellos, el que había ido anteriormente donde Jesús: « ¿Acaso nuestra Ley juzga a un hombre sin haberle antes oído y sin saber lo que hace?». Ellos le respondieron: « ¿También tú eres de Galilea? Indaga y verás que de Galilea no sale ningún profeta». Y se volvieron cada uno a su casa.