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LAGUNILLA: RAICES...

RAICES

Aquí, tan lejos de mi pueblo, me sorprendía no ver animales por la calle. El reparto del pan y de leche lo vi hacerlo en un vehículo raro, algo que nunca pensé que existiera; se trataba de un carro, un triciclo quizás o, simplemente era media bicicleta con un carro añadido. El manillar era el asidero de empuje que portaba aquel arcón con dos ruedas y, articulado a su eje iba el plato y su cadena, continuación de la misma hasta el medio cuadro con sillín que, de esta quimera, delataba los visos de aparente bicicleta.
Habitantes curiosos, reservados y amables, más usaban palabras nuevas; y sinónimos de esta tierra. No eran tan extrovertidos y confesos como lo somos par allá y sí preguntones; gustan más de escuchar que de contar sus reservas. Se dice que el navarro es así de reservado hasta que te ganas su confianza y, sólo después, se dan del todo. Quede en hipótesis que aún no se revela. Se tiene en fama de fanfarrón al navarro pero, cuando se entiende su carácter, se da un confeso proceder de socarronería; como la puede haber en nuestra tierra. Mi padre y su hermano Juan (cuando aún vivían) eran socarrones hasta la médula.
Lo que más se extrañaba en casa era el agua. Teníamos comodidades que allá aún no las había (me refiero a nuestro hogar): el agua corriente y aseos eran los más destacados; porque ya no había que salir a la cuadra ni ir corriendo a “la Lisera” o tras de la iglesia del pueblo, lugares tan socorridos como otro cualquiera ni tirar de damajuana, cántaros o palanganas u orinales puntuales cuando se estaba enfermo. Pero…si se trataba de beber, no saciaba el agua de aquí la sed con tanta satisfacción y, como siempre lo hicieron, nuestras queridísimas fuentes del pueblo. Me mandaba mi padre a un manantial con botijo y garrafa a por ella, un poco lejos estaba; pues eran rincones apartados del casco urbano, lugares de asentamientos gitanos por excelencia de ese bien tan natural para todos, el agua. No llegaba tan fresquita a casa pero, al menos, no sabía al cloro con que la trataban.