COGITO EGO SUM
Hay en mi pueblo un gran interés por el meditar, lo sé, lo sé porque un verano observé en la terraza de “Chago” como deliberaban un pequeño grupo de adolescentes. Ahora no recuerdo el contenido de aquellas divagaciones exhortadas sobre una pequeña mesa de bar a la que acudían paulatinamente un buen número de distraídas mentes; la mía lo hacía desde la discreta distancia, pero no dejaba de intrigarme aquel acontecimiento ni aquellas voces presuntuosas de erudito pensamiento. Un jovencísimo cerebro que se preguntaba en alta voz las incógnitas de nuestra vida, y en una sonrisa de satisfacción que llenaba su rostro, se podía advertir que acababa de despertar a la herencia que tantos griegos nos dejaron, a esa consciencia de saber que somos griegos, que todo pueblo latino es un pueblo de pensadores, de filósofos pensadores.
Yo cada vez que he manifestado mis pensamientos de esa manera me han apedreado los efectos, como si mis ideas procedieran de un cerebro ciego, de una mente infantil que sólo alberga fantasías imposibles y lejos de las posibilidades de nuestra realidad social. Pero muchos no saben una cosa que yo sólo disfruto… mi pensar.
Un tema, este del pensar, al que os invito a participar. Que cada uno escriba aquello que un día pasó por su mente a gritos buscando una salida, aquí lo puede depositar. Este puede ser el apartado ideal para dar luz a un pensamiento en el que, quizás, encuentre su realidad.
Un saludo amigos y contertulios gunilleros.
Hay en mi pueblo un gran interés por el meditar, lo sé, lo sé porque un verano observé en la terraza de “Chago” como deliberaban un pequeño grupo de adolescentes. Ahora no recuerdo el contenido de aquellas divagaciones exhortadas sobre una pequeña mesa de bar a la que acudían paulatinamente un buen número de distraídas mentes; la mía lo hacía desde la discreta distancia, pero no dejaba de intrigarme aquel acontecimiento ni aquellas voces presuntuosas de erudito pensamiento. Un jovencísimo cerebro que se preguntaba en alta voz las incógnitas de nuestra vida, y en una sonrisa de satisfacción que llenaba su rostro, se podía advertir que acababa de despertar a la herencia que tantos griegos nos dejaron, a esa consciencia de saber que somos griegos, que todo pueblo latino es un pueblo de pensadores, de filósofos pensadores.
Yo cada vez que he manifestado mis pensamientos de esa manera me han apedreado los efectos, como si mis ideas procedieran de un cerebro ciego, de una mente infantil que sólo alberga fantasías imposibles y lejos de las posibilidades de nuestra realidad social. Pero muchos no saben una cosa que yo sólo disfruto… mi pensar.
Un tema, este del pensar, al que os invito a participar. Que cada uno escriba aquello que un día pasó por su mente a gritos buscando una salida, aquí lo puede depositar. Este puede ser el apartado ideal para dar luz a un pensamiento en el que, quizás, encuentre su realidad.
Un saludo amigos y contertulios gunilleros.