Luz ahora: 0,00371 €/kWh

LAGUNILLA: Perdona Pedro, pero leo mucho el foro, pero no suelo...

Los del pueblo siempre dicen que hay pocas setas, para que la gente no se las quite, pero mis padres también cogieron una tanda muy rica. El finde pasado, comiendo en casa de mis padres, pobre este manjar que nos da la naturaleza y estaban riquisimas. También comimos unos boletus, y que decir, espectacular.
Un abrazo para todos los foreros.

¡Hola Cholo! ¿Dónde te andas? Desde las últimas setas que te metiste con tus padres no has dado señales de vida; incluso, te eché de menos en Lagunilla; por aquello de tus vicios, esos de tirar a los amigos al pilón cuando se marchaban. Espero que te halles bien y que las setas no te hayan sentado mal. Me preocupas. Un amigo.

Perdona Pedro, pero leo mucho el foro, pero no suelo dejar comentarios, un fallo por mi parte.
Estuve en Lagunilla, estuve en el pregón de fiestas, y creo que te ví, y a lo mejor tu también me viste, pero al no conocernos, no surgió la conversación. Con el tema del partido del Real Madrid-Barcelona, había menos gente de lo habitual, pero si te acuerdas después del pregón, y después de tirar los caramelos, el ayuntamiento reparte sangría. Desde hace 10 años, nuestra peña, La PEÑA LOS DIABLOS, la repartiamos a toda la gente, pero ya digo, que por el partido, no fueron. Yo sí que estaba, y claro está, repartí sangría. Era el que tenía una camiseta negra, que atrás ponía CHOLO y con una jarra de sangría en la mano.
Un abrazo amigo, y espero que disfrutaras del pueblo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
¡Hola Cholo! Estoy seguro de habernos visto pero es lo que tu dices:, un señor calvillo con una bandolera cruzada que, seguramente te pidió dos vasos, uno para él y otro para su esposa; una sonrisilla amable y complice de buena gente pero nada más. Y ahora que lo comentamos nos viene a la memoria aquel rostro de un joven discreto que va volcando la jarra con cautela de no derramar ni sobrar los vasos y, con sonrisa regalada, se iba despidiendo de aquellos sus sedientos. Lástima la poca voluntad mía ... (ver texto completo)