EL MULO ENVANECIDO DE SU GENEALOGÍA
Vanagloriábase el mulo de un prelado de su nobleza, hablando constantemente de su madre la yegua, de la que conocía no escasas proezas: había hecho esto y lo otro, había sido lo de más allá. Por todo lo cual, el mulo pretendía pasar a la historia.
Creyó rebajarse sirviendo a un médico; cuando ya fue viejo, pasó a un molino, y entonces se acordó de su padre el borrico.
Aun cuando la desgracia sirviera sólo para devolver la razón a un necio, a justo título se diría que la desdicha enseña.
Vanagloriábase el mulo de un prelado de su nobleza, hablando constantemente de su madre la yegua, de la que conocía no escasas proezas: había hecho esto y lo otro, había sido lo de más allá. Por todo lo cual, el mulo pretendía pasar a la historia.
Creyó rebajarse sirviendo a un médico; cuando ya fue viejo, pasó a un molino, y entonces se acordó de su padre el borrico.
Aun cuando la desgracia sirviera sólo para devolver la razón a un necio, a justo título se diría que la desdicha enseña.