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LAGUNILLA: Si el águila no ha de dejar jamás de ser águila y de...

Si el águila no ha de dejar jamás de ser águila y de dominar los espacios, ¿podrán el hombre y la mujer dejar de ser seres humanos y de otear y defender desde la atalaya humana toda la grandeza de su señorío?

Cada animalito, mediante el instinto, guarda su puesto sin descender de él. Más nosotros tenemos inteligencia para conocer y seguir nuestra trayectoria, corazón para amar y voluntad para el "dominio de sí mismo", que es el más dificil de todos los dominios.

ADVERSIDAD

Nadie hay que no tenga adversidades y contradicciones, pero sí muchos que quieren, infructuosamente, escapar de ellas.

No temeríamos tanto a la adversidad, a la contradicción y al contratiempo, si no les diéramos más importancia que la temporal y limitada que tienen.

A quien mucho le duelen las adversidades, es porque confió demasiado en la llegada de la prosperidad.

Las lamentacones que no llevan a una postura de defensa, son palabras y gemidos que se lleva el viento.

No lloremos nuestras desgracias, sino intentemos ponerles remedio.

Los grandes hombres han sufrido muchos contratiempos y adversidades, más ni se abatieron ni se amilanaron, sino que les dieron cima. Por eso fueron grandes.

Los demás resolverán sus dificultades. Resuelva yo las mías.

Querer llegar al fin sin servirse de los medios necesarios, es un imposible que muchas veces tomamos por adversidad.

Con facilidad seremos vulgares si no nos esforzamos por salir de la vulgaridad, pero esto no es adversidad, sino falta de esfuerzo.

Tampoco es adversidad que quien suba a la altura en brazos ajenos, caiga cuando los ajenos brazos se cansan de sostenerlo.

Gracias a Dios que los tiempos adversos y los prósperos no son eternos.

Buscamos la felicidad por muy diversos caminos, pero sin considerar que todos pasan antes por la pena y el dolor.