Esta ya he llegado a verla alguna vez cuando cogía robellones, recuerdo que mi cuñado Demetrio me decía: ¡las rojas no, las rojas no; sólo las claricas! Porque eran como si hubiesen perdido el
color rojo las que buscábamos. Y, cuando las comí por primera vez, lo hice con bastante temor de haberme equivocado.
En fin, él ya murió, lo hizo antes que mi padre; eran dos grandes expertos. Recuerdo que buscando
setas negrillas (no sé cómo las llamáis por ahí, aquí las conocemos por la
seta de
pino);
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