No tengo ni idea de los nombres. La número uno, mi padre la llamaba de pradera; yo comí de estas varias veces y, con el mismo aspecto pero muchísimo más grande, también las he comido asadas y con sal; son riquísimas... ¡Ojo, hablo de la número uno! No os vayaia a intosicar.
Gracias por tu atención y, ahora, voy a intentar realizar el relato. Hasta pronto.