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(foto de Cerrito San Pedro)
[una centenaria]
SEÑOR, SEÑOR… ¿POR QUÉ NOS HAS ABANDONADO?
Santa María, ora prono vis. ¡Qué le hemos hecho a la providencia que hasta la naturaleza nos odia! El mismo humus que nos dio la vida nos la niega. No he hallado setas pero he dado un pequeño paseo en los pinares de nuestra montaña. He podido reconocer aquellos huecos de los pasados incendios, ya en fase de brotar recios los bisoños que se plantaron ahí. Me he mojado sin importarme ni molestarme la lluvia incesante, mientras observaba una graciosa ardilla que se ha atrevido a salir de su habitáculo. El coche al pie de la calzada y yo deambulando por empinadillos surcos que se sorteaban monte arriba, hacia lo más abrupto de la loma; rayando el cenit. Y resbalo a veces. No me caigo por suerte. No llevo mi bastón de montaña porque no pensaba salir al monte. Iba a por gasolina, quería dejar el depósito lleno pero, algo en mi subconsciente me animó a traerme la cesta y aquí me tenéis; dispuesto a probar suerte con algún níscalo o la de pino (negrilla para todos).
Esta mañana leo en el periódico: “Aumentan en Navarra las agresiones de hijos a padres y abuelos”. Se registraron 65 denuncias en 2010 y un tercio de los ataques fue de chicas. ¡Qué demonios estamos creando, qué mundo más ingrato es éste! Me pregunto si en toda España pasa lo mismo.
¡Qué paséis buen fin de semana!
[una centenaria]
SEÑOR, SEÑOR… ¿POR QUÉ NOS HAS ABANDONADO?
Santa María, ora prono vis. ¡Qué le hemos hecho a la providencia que hasta la naturaleza nos odia! El mismo humus que nos dio la vida nos la niega. No he hallado setas pero he dado un pequeño paseo en los pinares de nuestra montaña. He podido reconocer aquellos huecos de los pasados incendios, ya en fase de brotar recios los bisoños que se plantaron ahí. Me he mojado sin importarme ni molestarme la lluvia incesante, mientras observaba una graciosa ardilla que se ha atrevido a salir de su habitáculo. El coche al pie de la calzada y yo deambulando por empinadillos surcos que se sorteaban monte arriba, hacia lo más abrupto de la loma; rayando el cenit. Y resbalo a veces. No me caigo por suerte. No llevo mi bastón de montaña porque no pensaba salir al monte. Iba a por gasolina, quería dejar el depósito lleno pero, algo en mi subconsciente me animó a traerme la cesta y aquí me tenéis; dispuesto a probar suerte con algún níscalo o la de pino (negrilla para todos).
Esta mañana leo en el periódico: “Aumentan en Navarra las agresiones de hijos a padres y abuelos”. Se registraron 65 denuncias en 2010 y un tercio de los ataques fue de chicas. ¡Qué demonios estamos creando, qué mundo más ingrato es éste! Me pregunto si en toda España pasa lo mismo.
¡Qué paséis buen fin de semana!