SANTA RIRA, RITA; LO QUE SE DA YA NO SE QUITA
Nuestra vida transcurre entre favores que nos damos y recibimos, opciones que determinan un cauce de oportunidades satisfactorias unas y lamentables otras. Tan canalizado va nuestro regato de vida al arroyuelo de nuestros convecinos como el grueso cauce de todo un río de sociedad; para alcanzar la mar brava del planeta. La confianza de unos en otros espera el consuelo de ser recíproco, de que no arrastre perfidia, deseoso de hallar el apoyo íntegro a unos desenlaces precisos y necesarios para convivir en el sosiego que ofrece la protección de nuestra tribu. Hoy ha sido ese día de las dádivas, en el cual ponemos nuestra seguridad al amparo de la tribu y ella, poseedora ahora de nuestra fe y voluntad; debería protegernos.
Un saludo a mi pueblo.
Nuestra vida transcurre entre favores que nos damos y recibimos, opciones que determinan un cauce de oportunidades satisfactorias unas y lamentables otras. Tan canalizado va nuestro regato de vida al arroyuelo de nuestros convecinos como el grueso cauce de todo un río de sociedad; para alcanzar la mar brava del planeta. La confianza de unos en otros espera el consuelo de ser recíproco, de que no arrastre perfidia, deseoso de hallar el apoyo íntegro a unos desenlaces precisos y necesarios para convivir en el sosiego que ofrece la protección de nuestra tribu. Hoy ha sido ese día de las dádivas, en el cual ponemos nuestra seguridad al amparo de la tribu y ella, poseedora ahora de nuestra fe y voluntad; debería protegernos.
Un saludo a mi pueblo.