APUNTES DE COSAS QUE SE HABLAN ESTOS DÍAS DE NAVIDAD
Sobre servilletas de papel cogidas en el bar donde compartimos el vermú y unas rabas quedaron las tonterías de aquella velada. No todas, porque hay sensibilidades que las recatan.
Confiesa uno de mis hermanos que es quinto de Fulgencio. – ¿El músico?-, pregunto. Y me responden que sí, que es hijo de Chacha; el que tiene la tienda por encima de la panadería.
¡Caramba! Pero si yo he comprado en esa tienda cuando íbamos al pueblo. Recuerdo una vez que compré un jersey de franjas azules (unas marino y otras de claro cielo). Es más, una de las hijas creo que salía con Julia (la del estanco) y con nosotros: Julián (chaparrita), Rosa (palera)…bueno, nuestro grupito de entonces. No sé si ella se llama Marisa (lo digo por una broma que le solíamos cantar). En fin, que no quiero ser impertinente.
Madre les compraba chorizos, zapatos y algunas camas (vendía de todo),- confesaba mi hermano.
En el pueblo hay uno que le llaman “Pichurri” (no sé cómo se llama) y relata que le comían las uvas, que tenía un huerto detrás de la iglesia y q2ue se lo sembraban a medias.
En fin, así transcurren nuestros encuentros en Navidad.
Feices días para todos
Sobre servilletas de papel cogidas en el bar donde compartimos el vermú y unas rabas quedaron las tonterías de aquella velada. No todas, porque hay sensibilidades que las recatan.
Confiesa uno de mis hermanos que es quinto de Fulgencio. – ¿El músico?-, pregunto. Y me responden que sí, que es hijo de Chacha; el que tiene la tienda por encima de la panadería.
¡Caramba! Pero si yo he comprado en esa tienda cuando íbamos al pueblo. Recuerdo una vez que compré un jersey de franjas azules (unas marino y otras de claro cielo). Es más, una de las hijas creo que salía con Julia (la del estanco) y con nosotros: Julián (chaparrita), Rosa (palera)…bueno, nuestro grupito de entonces. No sé si ella se llama Marisa (lo digo por una broma que le solíamos cantar). En fin, que no quiero ser impertinente.
Madre les compraba chorizos, zapatos y algunas camas (vendía de todo),- confesaba mi hermano.
En el pueblo hay uno que le llaman “Pichurri” (no sé cómo se llama) y relata que le comían las uvas, que tenía un huerto detrás de la iglesia y q2ue se lo sembraban a medias.
En fin, así transcurren nuestros encuentros en Navidad.
Feices días para todos