Luz ahora 0,00240 €/kWh
GUNILLEROS Y NAVARROS
Se puede leer y pensar ¡no estás! ó ¡sí estás…! ¿Por qué no escribes? Ya no es ayer, los días han pasado y no das muestra de atrevimiento. Recuerdo que tenías cara de sorprendente alegría cuando te comenté que yo sí estaba todos los días en Lagunilla. Pensaste que yo te vacilaba y también sonreías. Luego reímos los dos. Es verdad, lo que se escribe y se lee en un foro, por muy ceñido que se trabaje hacia aquellos recuerdos y experiencias que nos traemos del pueblo; nunca jamás podrá permitirnos gozar con la misma intensidad que presentándonos en él y recorrer sus vacías calles con la melancolía de las ausencias. Casas vacías de unos y otros, insólitos silencios de aquellos apodos que tanto suenan en nuestros nostálgicos encuentros por estas tierras de Navarra.
Un saludo para ti y para aquel otro que me ve cuando quiere y compra en mi turno, que sonríe cómplice pero no comparte foro. Por pudor o falta de inspiración quizás.
Ahora, tras esta invitación, quiero agradecer a ese primo vasco y “último templario” sus palabras y su participación; porque en vista de las últimas ausencias nos va faltando gente comprometida que trabaje por el foro y que, sobre todo, pertenezca a este pueblo que representa.
Cuando yo era un infante se escuchaba aquello de: “Quién fue a Sevilla perdió su silla” y no quisiera que nuestro foro perdiera la suya.
Se puede leer y pensar ¡no estás! ó ¡sí estás…! ¿Por qué no escribes? Ya no es ayer, los días han pasado y no das muestra de atrevimiento. Recuerdo que tenías cara de sorprendente alegría cuando te comenté que yo sí estaba todos los días en Lagunilla. Pensaste que yo te vacilaba y también sonreías. Luego reímos los dos. Es verdad, lo que se escribe y se lee en un foro, por muy ceñido que se trabaje hacia aquellos recuerdos y experiencias que nos traemos del pueblo; nunca jamás podrá permitirnos gozar con la misma intensidad que presentándonos en él y recorrer sus vacías calles con la melancolía de las ausencias. Casas vacías de unos y otros, insólitos silencios de aquellos apodos que tanto suenan en nuestros nostálgicos encuentros por estas tierras de Navarra.
Un saludo para ti y para aquel otro que me ve cuando quiere y compra en mi turno, que sonríe cómplice pero no comparte foro. Por pudor o falta de inspiración quizás.
Ahora, tras esta invitación, quiero agradecer a ese primo vasco y “último templario” sus palabras y su participación; porque en vista de las últimas ausencias nos va faltando gente comprometida que trabaje por el foro y que, sobre todo, pertenezca a este pueblo que representa.
Cuando yo era un infante se escuchaba aquello de: “Quién fue a Sevilla perdió su silla” y no quisiera que nuestro foro perdiera la suya.