Crímenes en España
Pero más que nada –y más significativo que todo-, el Tribunal Supremo español le ha puesto la proa a Baltasar Garzón porque intentó llevar al banquillo –sí, ese mismo sitio donde él se sienta ahora- a los criminales de guerra de la propia España. Se puso a investigar crímenes que los leales del general Franco cometieron durante y después de la guerra civil española; 123.000 muertes y “desapariciones”, jamás reconocidas como los asesinatos que fueron.
Es incomprensible que una justicia que pudo mandar detener a Pinochet, y que hoy día tiene en marcha otros casos (contra el líder chino Hu Jintao por el Tíbet, y contra George Bush por Guantánamo, entre otra cosillas), sin embargo no admita que se pongan sobre el tapete las matanzas de Franco.
Pero más que nada –y más significativo que todo-, el Tribunal Supremo español le ha puesto la proa a Baltasar Garzón porque intentó llevar al banquillo –sí, ese mismo sitio donde él se sienta ahora- a los criminales de guerra de la propia España. Se puso a investigar crímenes que los leales del general Franco cometieron durante y después de la guerra civil española; 123.000 muertes y “desapariciones”, jamás reconocidas como los asesinatos que fueron.
Es incomprensible que una justicia que pudo mandar detener a Pinochet, y que hoy día tiene en marcha otros casos (contra el líder chino Hu Jintao por el Tíbet, y contra George Bush por Guantánamo, entre otra cosillas), sin embargo no admita que se pongan sobre el tapete las matanzas de Franco.