Luz ahora: 0,13910 €/kWh
La mejor merluza del Mundo
De los tres meses y medio que viví en los años 60 en Bilbao, a las dos semanas de llegar allí, tuve la suerte de encontrarme con un policía de Fuentespreadas en compañía de su colega andaluz, me aconsejan? En Bermeo se come la mejor merluza del Mundo.
Me senté en un pequeño restaurant en la esquina izquierda entrando en el puerto de Bermeo, no había nadie en el restaurant. Fui a comer en una ahora, no de muy de costumbre a las once de la mañana ese día tenia yo libre por ser mi cumpleaños. (Cafetería las Nieves -Alameda de Urquijo) mi Jefe dice, mañana es tu cumpleaños, tienes un dia extra libre. He! He! hoy cumplo años es buen día para invitarme a comer la mejor merluza del Mundo por el consejo en un paisano de Fuentespreadas que tienen mucho conocimiento de gastronomía como yo le hoy comentar junto con su colega andaluz.
Después de haber estado hora y media sentado en la mesa pensé para mi? hoy es Lunes y estará todo consumido por ser ayer Domingo. He oído que los Vascos no tienen neveras por tener el mar tan cerca, en tardaran tanto tiempo en pescar la merluza? Tan cerca como esta la Mar, en esto asoma por la puerta de la cocina una mujer joven de unos treinta y tres años fuerte de un cuerpo voluminoso muy parecido a la postura atlética de Urtain, me miro de arriba abajo.
Se acercó tan cerca a mí que podía oler la marca del de-odorante puesto debajo de sus sobacos. Ella había puesto su pie izquierdo encima del derecho mio un mujerona de ciento treinta kilos me puso su mano izquierda en mi hombro derecho y me dijo. Que va a ser? Yo amedrentado por sus modales de intimidación solo pude contentar lo que Ud. tenga en la carta. Si, si, de la carta de ayer contesto afirmado? pues no hemos tenido tiempo de escribir el menú de hoy.
Después de poner mi paciencia a prueba en aquel restaurante del puerto, comí bien demasiado bien! por eso? no recuerdo el nombre del restaurant tengo que ir una vez, y recordar y otra ver el restaurante y la camarera pues solo tenia ocho años mas que yo, y yo mañana cumplo (69) Ella la camarera queme intimido vivirá todavía seguro! seguro!, y seguirá sirviendo merluzas, las mejor del mundo.
ollamas30@gmail. com
De los tres meses y medio que viví en los años 60 en Bilbao, a las dos semanas de llegar allí, tuve la suerte de encontrarme con un policía de Fuentespreadas en compañía de su colega andaluz, me aconsejan? En Bermeo se come la mejor merluza del Mundo.
Me senté en un pequeño restaurant en la esquina izquierda entrando en el puerto de Bermeo, no había nadie en el restaurant. Fui a comer en una ahora, no de muy de costumbre a las once de la mañana ese día tenia yo libre por ser mi cumpleaños. (Cafetería las Nieves -Alameda de Urquijo) mi Jefe dice, mañana es tu cumpleaños, tienes un dia extra libre. He! He! hoy cumplo años es buen día para invitarme a comer la mejor merluza del Mundo por el consejo en un paisano de Fuentespreadas que tienen mucho conocimiento de gastronomía como yo le hoy comentar junto con su colega andaluz.
Después de haber estado hora y media sentado en la mesa pensé para mi? hoy es Lunes y estará todo consumido por ser ayer Domingo. He oído que los Vascos no tienen neveras por tener el mar tan cerca, en tardaran tanto tiempo en pescar la merluza? Tan cerca como esta la Mar, en esto asoma por la puerta de la cocina una mujer joven de unos treinta y tres años fuerte de un cuerpo voluminoso muy parecido a la postura atlética de Urtain, me miro de arriba abajo.
Se acercó tan cerca a mí que podía oler la marca del de-odorante puesto debajo de sus sobacos. Ella había puesto su pie izquierdo encima del derecho mio un mujerona de ciento treinta kilos me puso su mano izquierda en mi hombro derecho y me dijo. Que va a ser? Yo amedrentado por sus modales de intimidación solo pude contentar lo que Ud. tenga en la carta. Si, si, de la carta de ayer contesto afirmado? pues no hemos tenido tiempo de escribir el menú de hoy.
Después de poner mi paciencia a prueba en aquel restaurante del puerto, comí bien demasiado bien! por eso? no recuerdo el nombre del restaurant tengo que ir una vez, y recordar y otra ver el restaurante y la camarera pues solo tenia ocho años mas que yo, y yo mañana cumplo (69) Ella la camarera queme intimido vivirá todavía seguro! seguro!, y seguirá sirviendo merluzas, las mejor del mundo.
ollamas30@gmail. com
YO TAMBIÉN HE ESTADO EN BERMEO
Desde Mutilva organizaba el párroco salidas casi todas las semanas. Madrugábamos para coger el autobús y, una vez todos sentados, rezábamos y cantábamos a la virgen para que nos guardara en su regazo de amor durante nuestro recorrido. Y esa excursión iba marcada de jotas y habaneras; también chistes y cotilleos de pueblo. En fin, lo típico en estos ambientes.
Llegamos más allá de Bermeo y paramos a ver una Ermita que estaba apostada en el alto de un promontorio adentrado en el mar. Era curioso cómo el agua habría lamido toda la cala, jalonando la costa para destacar una mini península prendida al continente por tan sólo un hilo de acantilado accesible. Un corredor arriesgado si no fuera por un pretil natural ya labrado en la misma roca que, con esfuerzo y fondo, permitía subir por innumerables escalones que dan la posibilidad de llegarse a dicha ermita. Una maroma desciende desde la espadaña para permitir la libre acción de poder tocar su campana. Es habitual. Cada vez que alguien logra llegar hasta la Ermita tiene el honor de hacernos escuchar los tañidos a quienes se lo están deliberando. Es fatigoso llegar pero merece la pena.
Bermeo lo vimos al regresar. Todo el pueblo hierve de armonía junto a su puerto pesquero. Es un pueblo modesto pero impresionante.
Saludos holandés
Desde Mutilva organizaba el párroco salidas casi todas las semanas. Madrugábamos para coger el autobús y, una vez todos sentados, rezábamos y cantábamos a la virgen para que nos guardara en su regazo de amor durante nuestro recorrido. Y esa excursión iba marcada de jotas y habaneras; también chistes y cotilleos de pueblo. En fin, lo típico en estos ambientes.
Llegamos más allá de Bermeo y paramos a ver una Ermita que estaba apostada en el alto de un promontorio adentrado en el mar. Era curioso cómo el agua habría lamido toda la cala, jalonando la costa para destacar una mini península prendida al continente por tan sólo un hilo de acantilado accesible. Un corredor arriesgado si no fuera por un pretil natural ya labrado en la misma roca que, con esfuerzo y fondo, permitía subir por innumerables escalones que dan la posibilidad de llegarse a dicha ermita. Una maroma desciende desde la espadaña para permitir la libre acción de poder tocar su campana. Es habitual. Cada vez que alguien logra llegar hasta la Ermita tiene el honor de hacernos escuchar los tañidos a quienes se lo están deliberando. Es fatigoso llegar pero merece la pena.
Bermeo lo vimos al regresar. Todo el pueblo hierve de armonía junto a su puerto pesquero. Es un pueblo modesto pero impresionante.
Saludos holandés