Así es Adolfo, una
familia muy numerosa que ya lleva muchos años fuera del
pueblo (unos cuarenta y seis) viviendo en
Navarra. Mis padres ya fallecieron pero aún tenemos la
casa de Salas Pombo (se la quedó mi hermano Manuel) y es muy seguro que esté por ahí todos los
veranos; algunas veces vamos algunos más con él. Menos Juan, creo que ya hemos pasado todos. Yo he estado últimamente pero me quedé en
El Cerro a dormir y, seguro que volveré más adelante, para disfrutar de esa
Plaza de la Reyna tan concurrida
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