GANAS DE ESCRIBIR
Es curioso cómo pasa el tiempo, corre que “se las pela”; sobre todo cuando se está gozando de él. Ahí tengo mi guitarra, apartada en un rincón; ya se me están olvidando las melodías que sonaban de mis dedos sin apenas pensar en que trastes debía o no encontrar. Desde que hallé nuestro foro parece que estoy pagando su costo. Un día me arranco y procuro ensayar esas partituras; casi siempre me lo juro, pero me da pereza empezar. Algunas veces rasgo las cuerdas sobre la cama y enredo acordes raros, nuevos ritmos que, sin cuidado alguno, nacen entre mis dedos y nunca sabré el porqué; pero me ayuda a relajar la mente.
Es curioso cómo pasa el tiempo, corre que “se las pela”; sobre todo cuando se está gozando de él. Ahí tengo mi guitarra, apartada en un rincón; ya se me están olvidando las melodías que sonaban de mis dedos sin apenas pensar en que trastes debía o no encontrar. Desde que hallé nuestro foro parece que estoy pagando su costo. Un día me arranco y procuro ensayar esas partituras; casi siempre me lo juro, pero me da pereza empezar. Algunas veces rasgo las cuerdas sobre la cama y enredo acordes raros, nuevos ritmos que, sin cuidado alguno, nacen entre mis dedos y nunca sabré el porqué; pero me ayuda a relajar la mente.