Luz ahora 0,11876 €/kWh

LAGUNILLA: ANÉCDOTAS...

Cuenta el saber popular, que entre la ermita de Santa Ana y hornacinos hay un túnel.
En hornacinos había un poblado musulmán, en el que habitaba una procesa mora que se había convertido al cristianismo y subía a escuchar misa los domingos, libre de miradas que pudieran denunciarla.
Uno de los domingos en que acudía a misa, oyó voces fuera de la ermita contra los musulmanes, aterrada por lo que oyó, salió corriendo por el angosto túnel y en su frenética carrera, tropezó perdiendo el collar que llevaba.
Había llegado la reconquista a estas tierras.
Hoy en día, se desconoce donde está ese túnel.
Don Segundo, párroco del pueblo de 1942 a 1957,, estuvo excavando alrededor de la ermita, no encontró el túnel, dejó de excavar por falta de financiación.
Otro día más.

Eso se lo escuché muchas veces a un familiar mio muy querido, ya fallecido, que siempre estaba contando historietas y algun que otro "embuste" que te colaba como te descuidaras.
El decía que la princesa, habia salido huyendo por el tunel hasta Hornacinos, y al pasar por la fuente de La torrecilla (no me pregunteis donde está, que esa zona no la conozco) se quedo enganchada por un collar de joyas que llevaba puesto en un "cornicabra" (un arbusto, creo). Para que no la capturasen, tuvo que escapar dejando el valioso collar alli colgado.
El siempre decía (en plan de broma o chascarrillo) que todavia nadie lo habia encontrado, que si alguna vez iba por alli, siempre miraba por si lo encontraba y se hacia rico.
A ver si alguien tiene mas suerte. Un saludo.

¿Averiguastes los embustes sobre esta leyenda? ¿Puede haber algún lugar en nuestro pueblo que guarde relación con esa fuente de La Torrecilla? Algún accidente natural y geográfico que defina dicha torrecilla podría darnos pistas para localizar una fontana o manantial ya en desuso y que, por ciertas circunstancias haya podido dejar alguna de estas leyendas o incógnitas.

¡Adoro la aventura de buscar aquello en lo que nadie cree!

Un saludo

La fuente de la Torrecilla existe, está un un camino al pié de una pared, hace muchos años que no paso por allí, está muy cerca de las casas de hornacinos, la finca del Pancho y Julio el francés.
Si os acercais por allí, no os llamará la atención, apenas tiene agua, ni se la vé prácticamente, pero si os "abruzais" en ella y mirais la parte superior interna, podréis adivinar algo parecido a letras, al menos hace treinta y tantos años es lo que se veía.

Os voy a contar otra historia, verídica.
Es la historia de una niña del pueblo, que estando la noche de San Juan, sí, coincidió con esa noche, como decía, estaba con su padre, cuidando del ganado en su finca, como se
acostumbraba a hacer, durmiendo al raso.
Se despertó y comprobó que sobre la fuente de la Torrecilla, entre los olivos de la finca que está detrás en lo alto de la fuente, vió tiendas de tela y fogatas entre ellas, asustada despertó a su padre para que viera aquello, no estaban! habían desaparecido, pero ella estaba segura, estaban allí, no estaba soñando, lo había visto.

Hace más de cincuenta años, esta señora se lo contó a mi madre, ella creía que eran tiendas moras y desde luego, seguía diciendo que no soñaba.

Cada cual puede pensar lo que quiera, faltaría más, mi madre la creyó, era una persona seria, muy leída y nada dada a la fabulación. Yo también la creo, pero me inclino a pensar que eran tiendas romanas, por allí cerca, hay tumbas romanas, no me pregunteis por qué lo creo, pero esa zona está llena de leyendas, misterios y de algunas realidades que todos sabemos pero que no contamos o no damos nombres; a saber: hay quién a encontrado monedas en su finca, se han callado y las han vendido, quién a encontrado trozos de tejas o de vasijas, hace tanto tiempo de esto, que no sabían que había que comunicarlo.

Bueno! ya me direís, qué os parece, qué pensáis, todas estas cosas, verdad o no, leyenda o cuento, forma parte de nosotros, de nuestra cultura, de nuestro pueblo, y no debemos olvidarlas, hay que contarlas y mantenerlas vivas, como hicieron nuestros antepasados, como hizo mi abuelo al contarlas.

ANÉCDOTAS
¡Qué emocionante! Cuando vuelva por el pueblo voy a intentar visitar esa pared, la finca de Pancho y Julio el francés.

Mi madre también contaba historias muy raras y nos tenía a todos ensimismados; aquellos años en los que éramos niños, gustaba muchísimo oírle contar cosas de brujas, o de anécdotas entrañables que habían sucedido.

Una vez nos contó:
“Sucedía de continuo, en aquel patio donde habían volcado y almacenado las patatas, cada día bajaba el montón; extrañaba mucho que esto sucediera en horas nocturnas, cuando toda la casa estaba cerrada “a cal y canto”, con el portillo bien atrancado. No era posible que entraran a robarlas pero cada mañana se podía advertir el montón de ellas más menguado ¿cómo y quién? Era un total misterio.
Después de llevar desesperadamente este hurto a un extremo límite de supervivencia para cuantos dependían de aquel tubérculo para afrontar la hambruna en esta casa; porque, de los malos tiempos, éste era el peor; hubo que idear cómo poner fin a esta situación. Se acordó que alguien vigilara el montón por las noches. Y así se hizo. Agachado el vigía no pudo advertir la merma del montón en el lado opuesto al que él se ocultaba. Cambió en su próxima guardia y, a eso de mitad de la noche, dio un mortal alarido y despertó a toda la casa. Allá acudieron todos y nadie había robado nada; si acaso un cacho de carne que al vigía le arrancaron de las nalgas. Porque provistos de un arponado gancho, aquellos ladrones que fueran, en sus carnes dieron caza. Desde la gatera de la puerta sus patatas se llevaban.”
A veces los misterios se resuelven de forma clara.

Espero que os haya entretenido un rato.

Con mis saludos Pedro G. G.