NATURALEZAS DISTINTAS (reflexiones de Pedro G. G.)
Hay en mi pueblo paisanos que viven desde dentro y de fuera, de aquellos que permanecen en sus hogares y, de los otros, a los que ese hogar les alienta. Naturaleza del emigrante que ama su pueblo en recuerdos que ya apenas le quedan. Así, desde las más remotas naciones y provincias del extranjero, no se despega de su tierra. Crece el pueblo con sus gentes, entre visitas fugaces y presentes; unas olas de plenamar cuando todos sus hijos se acercan. Dos hojas convergen en verano y también en primavera, son las ramas del mismo árbol que en los días estivales, al mismo tronco se aferran.
Hay en mi pueblo paisanos que viven desde dentro y de fuera, de aquellos que permanecen en sus hogares y, de los otros, a los que ese hogar les alienta. Naturaleza del emigrante que ama su pueblo en recuerdos que ya apenas le quedan. Así, desde las más remotas naciones y provincias del extranjero, no se despega de su tierra. Crece el pueblo con sus gentes, entre visitas fugaces y presentes; unas olas de plenamar cuando todos sus hijos se acercan. Dos hojas convergen en verano y también en primavera, son las ramas del mismo árbol que en los días estivales, al mismo tronco se aferran.