¿POR QUÉ?
Desastre de mente me ocasiona pensar ciertos acertijos y, cuando miré a esta ventana forzada entre dinteles, herida de piedra adoquinada; no pude dejar de sentir la dureza que transmite esos moles que cuadran la ventana; uno de ellos tan extraño, tan salido de simetría y apuntalado por un apéndice extraño que nada de nada transmitía. Quizás desde otro ángulo (supongo) pueda saberse su cometido y, con respecto a los usados fragmentos de pizarra, ahí los veo en pocas intromisiones; apretado por pequeños sillares que inducen pensar más en lo que no podemos contemplar pero, en favor de fijar ideas, bien pudiese obviar la función de sujetar pizarrales que señalan suelos o techumbres del habitáculo que aguarda dentro. Quizás improvisados armarios, alacenas o anaqueles empotrados que los duendes nos sorprenderán si es cierto.
Ya, por lo que aún recuerdo, se echaban los pizarrales en las casas; tanto en tejados como en suelos. Nosotros teníamos en nuestra casa pizarra en el ras del suelo.
¡Qué paséis buen día!
Desastre de mente me ocasiona pensar ciertos acertijos y, cuando miré a esta ventana forzada entre dinteles, herida de piedra adoquinada; no pude dejar de sentir la dureza que transmite esos moles que cuadran la ventana; uno de ellos tan extraño, tan salido de simetría y apuntalado por un apéndice extraño que nada de nada transmitía. Quizás desde otro ángulo (supongo) pueda saberse su cometido y, con respecto a los usados fragmentos de pizarra, ahí los veo en pocas intromisiones; apretado por pequeños sillares que inducen pensar más en lo que no podemos contemplar pero, en favor de fijar ideas, bien pudiese obviar la función de sujetar pizarrales que señalan suelos o techumbres del habitáculo que aguarda dentro. Quizás improvisados armarios, alacenas o anaqueles empotrados que los duendes nos sorprenderán si es cierto.
Ya, por lo que aún recuerdo, se echaban los pizarrales en las casas; tanto en tejados como en suelos. Nosotros teníamos en nuestra casa pizarra en el ras del suelo.
¡Qué paséis buen día!