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LAGUNILLA: ¡Hola a todos ¡...

CUANDO NOS FALLA UN CHORRO

Sucede en el transcurso de la vida, un chorro que se nos seca; un torrente de ideas que no brotan, ni se deja caer al pilón en el que retozan todas las que allí se dan cita. Y quedan postergadas hasta que la voluntad de las divinidades así lo quieran, esperando el momento justo de su estreno; aquel en el que su capacidad rebosa. Entonces ocupará su sitio y nadie juzgará que sobra. Las fuentes de la vida, según se mire, siempre regresan.

Hoy como casi cada día entro en el foro, lo abro como quien descorcha una botella de buen vino, lo degusto, y su sabor me sigue trayendo esos recuerdos agradables por los que me enganché a él, pero constato algo de agotamiento para seguir constante en su supervivencia, yo el primero. Como bien comentas Pedro, todo renace en algún momento. Yo lo achaco a esos ánimos de temporadas imprecisas, ni frío ni calor, ni sol ni agua.
Se que llegará el momento que todo volverá a su estado natural.
“Las fuentes de la vida, según se mire, siempre regresan”. Efectivamente.

Saludos.

¡Hola a todos ¡
Parece que esto se va animando. Yo achaco esta desgana a que nos cuesta mucho hablar de "nuestras cosas", no a que no haya temas de los que hablar.
Me produce cierta verguenza que haya paisanos que habiendo tenido tan "pocas" vivencias en el pueblo, (Ana, Mily, Pedro...) las expriman, para poderlas compartir con todos nosotros. Este acto de generosidad debiera ser correspondido por los que hemos vivido más de cerca el pueblo, y sin embargo nos cuesta mucho ser un poco "naturales". ¿Me equivoco?
De todas formas, como bien dices, esto va por temporadas. Hemos pasado de tener más de 1200 visitas diarias a unas 800, que tan poco está tan mal y que quiere decir que aunque escriba poca gente, siempre habrá alguien esperando noticias del foro. Un saludo.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
A mi no me da verguenza decir que cuando te entraban prisas y tenias que hacerlo eeentre unas rocas tenias que limpiarte con una piedra, en aquellos tiempos no habia pañuelos de papel. Cuando yo cuento esto en mi casa no se lo creen (se parten de risa) porque mi marido siempre vivio en Salamanca y la unica que ha vivido esa experiencia he sido yo.