PARA UN CALDERO DE MIGAS
Vengan acá los torreznos y esas puntas de chorizo, qué alguien pele unos ajos y ponga a refrescar el vino; que para estas migas secas que traigo se le pueda dar el bautismo. Majar morteros las especias y clavarle fino el ocico. Pimentón que no le falte, aunque éste pique un poquino; aguándolo se hierva al fuego y será buen aliado en la boca para combatir el caldo viejo de nuestras cubas.
Nosotros, siempre que nos juntamos, almorzamos migas de primero; las acompañamos de buen vino. Es muy importante compartir esta velada con cuchara en mano sobre un solo caldero y sin plato. Qué se aventaje el que más pueda y se harte. Lo mejor de todo sucede a la hora de este almuerzo tan familiar y humilde; se apuran bromas, risas; anécdotas inéditas y muchas jocosidades que tanto nos une y agrada. Sabrosas bocanadas de cariño que tanta hambre pasaban.
Buenas noches gunilleros.
Pedro G. G.
Vengan acá los torreznos y esas puntas de chorizo, qué alguien pele unos ajos y ponga a refrescar el vino; que para estas migas secas que traigo se le pueda dar el bautismo. Majar morteros las especias y clavarle fino el ocico. Pimentón que no le falte, aunque éste pique un poquino; aguándolo se hierva al fuego y será buen aliado en la boca para combatir el caldo viejo de nuestras cubas.
Nosotros, siempre que nos juntamos, almorzamos migas de primero; las acompañamos de buen vino. Es muy importante compartir esta velada con cuchara en mano sobre un solo caldero y sin plato. Qué se aventaje el que más pueda y se harte. Lo mejor de todo sucede a la hora de este almuerzo tan familiar y humilde; se apuran bromas, risas; anécdotas inéditas y muchas jocosidades que tanto nos une y agrada. Sabrosas bocanadas de cariño que tanta hambre pasaban.
Buenas noches gunilleros.
Pedro G. G.