aquí seguimos AMIGO PEDRO, cuan verdad dices en tu comentario, pues es de arraigo el ser fiel a unos principios éticos y morales, a pesar de no tener casi entonces ni para pan, en épocas duras, pues cuando luego tuve trabajo digno, no podía llevarme un real en el bolsillo, pues era el destinado al pan verdadero. Conocí a mi chiquina y humilde EXTREMEÑA con minifalda ella, yo con pantalones campana, y a pesar de los reveses de la vida, este "viejo capitán"sigue empuñando fuerte el timón de su nave, sin ir a por otra sirena más tersa. digo yo que habrá que dar a los hijos "CONDUCTA EJEMPLAR". A ver si alguna vez coincidimos por la tierra, compartiendo amistad o alguna paella como dice la amiga MYLI. A mi ya me han escrito de algún foro para alguna exposición. Ya se verá. CÁLIDOS SALUDOS DEL "ERMITAÑO".
Se tendrá en cuenta esa cita si algún día se hace posible. Me gusta que la gente tenga unos principios (sobre todo si son sanos). El mejor ejemplo para dar a los hijos es la própia conducta, con el tiempo, acaban recurriendo a nuestros recursos para solucionar los problemas que nosotros ya hemos afrontado. En nuestros contactos con ellos, a veces, da la sensación de que no les somos útiles cuando aún son jóvenes y se están forjando; como si nuestros conocimientos no les interesaran. A mi me han sorprendido ya varias veces siendo testigo, he escuchado a él dar consejos a sus primos en las mismas frases que refunfuñó conmigo. ¿Su esperiencia progresiva? No lo sé. Aunque a mí, con mi padre, me pasaba lo mismo.
Un abrazo
Un abrazo