LAGUNILLA: LA FUENTE ENCANTADA 4ª ENTREGA...

LA FUENTE ENCANTADA 4ª ENTREGA

Qué maravillosa mañana (pensaba) hoy descubriré un rincón tan misterioso, tan lleno de leyenda; y me rumiaba el cerebro aquellas frases del relato: “un señor sorprendido frente a ese chorro cristalino, pura vida que brota de la tierra; sangre regeneradora de todo cansancio. El agua y sus propiedades mágicas, tan eminentemente estudiada, hoy hacía un exceso: aportaba a este viajero riqueza material, lo colmaba de oro; de un hilo arcano que no parecía tener fin.”

Infantil cuento de hadas (pensarán ustedes). Y ¿por qué no? Si hasta el mismísimo Jesús se le antojaba referirse hacia ciertas realidades por medio de fábulas. Quizás, en nuestras reflexiones descontaminadas, podríamos pensar que ese hilillo de oro, el que expelía la fuente, no era otra cosa que no fuese una explicación; un concepto del valor puro que cobra el agua en nuestras vidas. Tan simple en carácter. Quizás en nuestro haber no necesitamos más riqueza que la simpleza de nosotros mismos. ¿Por qué sufrir esas cargas hipócritas que niegan nuestra realidad? Cuantas veces nos hemos vendido a los demás con un perfil falso o sobrecargado de nuestra identidad y, lo curioso de ese trato, nos traicionamos a nosotros mismos. Somos los que más perdemos.

Pedro G. G. les acepta tal como son