CALLE PUNTA BRAVA (1)
El bar de Chuchi tiene dos puertas de entradas o salidas, nosotros entramos por una y salimos por la otra; fue después de tomar unos refrescos que nos convidó mi padrino, se levantó de la mesa en que estaba apenas vernos arrimarnos a la barra para pedir. Insistió para que aceptáramos su convite. Luego volvió a su sitio y nosotros abordamos una mesa que estaba arrinconada prácticamente debajo del televisor al que no hicimos ni caso. La gente estaba entre partidas de cartas y el encuentro de futbol televisado. También los habían (jóvenes) en un corrillo, disfrutando de sus joviales encuentros.
Cuando nos levantamos de nuestra mesa y nos despedimos de mi padrino ya había cesado la tormenta y dominaba el sol las últimas horas de la tarde. Estábamos yendo hacia el ayuntamiento todo de frente por aquella calle tan concurrida en los tiempos de mi juventud. Eran aquellos años en los que la discoteca (en casa Chago) tenía una salida a esta misma calle, donde se juntaba la terraza de verano; esa pista con un árbol (castaño seguramente) en medio, donde se efectuaban verbenas a medio día y se tomaba el vermú entorno a una extendida barra que encaraba la zona de baile.
Pedo G. G. desde Navarra, agradece vuestra curiosidad por los temas que os voy narrando; si la hubiera.
El bar de Chuchi tiene dos puertas de entradas o salidas, nosotros entramos por una y salimos por la otra; fue después de tomar unos refrescos que nos convidó mi padrino, se levantó de la mesa en que estaba apenas vernos arrimarnos a la barra para pedir. Insistió para que aceptáramos su convite. Luego volvió a su sitio y nosotros abordamos una mesa que estaba arrinconada prácticamente debajo del televisor al que no hicimos ni caso. La gente estaba entre partidas de cartas y el encuentro de futbol televisado. También los habían (jóvenes) en un corrillo, disfrutando de sus joviales encuentros.
Cuando nos levantamos de nuestra mesa y nos despedimos de mi padrino ya había cesado la tormenta y dominaba el sol las últimas horas de la tarde. Estábamos yendo hacia el ayuntamiento todo de frente por aquella calle tan concurrida en los tiempos de mi juventud. Eran aquellos años en los que la discoteca (en casa Chago) tenía una salida a esta misma calle, donde se juntaba la terraza de verano; esa pista con un árbol (castaño seguramente) en medio, donde se efectuaban verbenas a medio día y se tomaba el vermú entorno a una extendida barra que encaraba la zona de baile.
Pedo G. G. desde Navarra, agradece vuestra curiosidad por los temas que os voy narrando; si la hubiera.