ALEGRÍA Y CELEBRACIÓN SON LA RECOMPENSA DE TODO UN AÑO BIEN TRABAJADO.
Es certero afirmar lo que sucede en todo el planeta, la voluntad de celebrar el esfuerzo que costaron tantos retos y tan buenas cosechas. Penurias de días malos, llevados con angustias y miedos sin abandonar la faena para que el futuro no se malogre, no perder el sustento. Y, tras esa pericia humana, tras tantos desvelos; asoman gloriosos los frutos, la certidumbre de que hay un mañana y el logro de algún sueño.
Es el alma serrana sufrida y trabajadora hasta en los días sueltos, aquellos que dedica ocioso al arte de cuidarse el humor y la danza para repostar energía o salir airoso para los nuevos tiempos. ¡Jota y sacho! Alegrías y sufrimientos.
Hay una frase que escuché de joven, cuando la pereza manda al cuerpo: “Quién no sabe trabajar… tampoco sabe divertirse.”
Con mis saludos para mi gran pueblo: Pedro G. G.
Es certero afirmar lo que sucede en todo el planeta, la voluntad de celebrar el esfuerzo que costaron tantos retos y tan buenas cosechas. Penurias de días malos, llevados con angustias y miedos sin abandonar la faena para que el futuro no se malogre, no perder el sustento. Y, tras esa pericia humana, tras tantos desvelos; asoman gloriosos los frutos, la certidumbre de que hay un mañana y el logro de algún sueño.
Es el alma serrana sufrida y trabajadora hasta en los días sueltos, aquellos que dedica ocioso al arte de cuidarse el humor y la danza para repostar energía o salir airoso para los nuevos tiempos. ¡Jota y sacho! Alegrías y sufrimientos.
Hay una frase que escuché de joven, cuando la pereza manda al cuerpo: “Quién no sabe trabajar… tampoco sabe divertirse.”
Con mis saludos para mi gran pueblo: Pedro G. G.