COMPORTAMIENTOS DEMENCIALES
Recuperando un pasado no muy lejano, pocos años atrás; eran tiempos de seguridad (si se hace la vista gorda a las consecuencias que hoy pagamos o pagan unos más que otros de aquellos cantos de sirena.) No era difícil escuchar que si tal fulano había pedido un crédito para irse de vacaciones, cosas del orden del día. También, con frecuencia viciosa, los había que trabajaban un contrato con ánimo de tener acceso a la paga de desempleo; después no se dejaban contratar, era de tontos dejar de cobrar sin dar golpe. Encima se jactaban de ello. Cambiar de nombre escrituras par poseer derechos que, seguramente, no se tenían; para demandar ayudas o prioridades que le catapultaban a unos beneficios y privilegios que jamás se merecían. Ayudas que estaban orientadas a personas menos aventajadas y que, con dichas picarescas, estos individuos se las robaban a los desdichados que sí las merecían. Muchas cosas pasaron y pasan todavía, especuladores y rateros miserables trabajan de noche como de día; antes y después los habrá tal los habría. Y ¡qué importa quién gobierne de turno! si la maldad siempre habita. Palabras de filósofos bellas, obras perfectas para ejecutar; resultados conformes para todos si no hubiese tal jauría. Entre lobos viven corderos para ser inmolados cada día.
Si el ser humano no se humaniza, sólo en la miseria verá a su hermano; y a su mísera diestra extendida. Sucede que en la escasez tan sólo se come si hay fortuna, por eso el miserable comparte; esperando ser tenido en cuenta cuando no sea suya tal fortuna.
Recuperando un pasado no muy lejano, pocos años atrás; eran tiempos de seguridad (si se hace la vista gorda a las consecuencias que hoy pagamos o pagan unos más que otros de aquellos cantos de sirena.) No era difícil escuchar que si tal fulano había pedido un crédito para irse de vacaciones, cosas del orden del día. También, con frecuencia viciosa, los había que trabajaban un contrato con ánimo de tener acceso a la paga de desempleo; después no se dejaban contratar, era de tontos dejar de cobrar sin dar golpe. Encima se jactaban de ello. Cambiar de nombre escrituras par poseer derechos que, seguramente, no se tenían; para demandar ayudas o prioridades que le catapultaban a unos beneficios y privilegios que jamás se merecían. Ayudas que estaban orientadas a personas menos aventajadas y que, con dichas picarescas, estos individuos se las robaban a los desdichados que sí las merecían. Muchas cosas pasaron y pasan todavía, especuladores y rateros miserables trabajan de noche como de día; antes y después los habrá tal los habría. Y ¡qué importa quién gobierne de turno! si la maldad siempre habita. Palabras de filósofos bellas, obras perfectas para ejecutar; resultados conformes para todos si no hubiese tal jauría. Entre lobos viven corderos para ser inmolados cada día.
Si el ser humano no se humaniza, sólo en la miseria verá a su hermano; y a su mísera diestra extendida. Sucede que en la escasez tan sólo se come si hay fortuna, por eso el miserable comparte; esperando ser tenido en cuenta cuando no sea suya tal fortuna.