UN DÍA ENTRE GENTE MARAVILLOSA (treceava entrega)
¡Cuidado! Apartaba Alicia a Laura de la arenisca del camino. El sendero, al estar tan seco, había dejado una capa de polvo que se pegaba a los pies y era preferible pasar por encima del césped ya agostado.
-Deberíais haber conocido esta explanada en plena primavera, cuando la hierba es verde y los aromas del tomillo lo abarca todo. Si le echáis imaginación casi, con poco que sea, os podéis llevar a la mente esa realidad. Pasear por aquí relaja un montón.
- ¡Pero Pedro, si cojeas bastante!- Advertía Último Templario que iba escoltado de Amatos por doquier.
- ¡Anda con la de veces que os he dicho en el foro que yo cojeo! Cómo siempre os cuento que si hice esto y lo otro ya no le dais la importancia que se merece al hecho de que un servidor renquee. Pero bueno… uno tiene espíritu guerrero y, cuando el cuerpo duele, es buena noticia; nos avisa de que aún estamos vivos.
¡Cuidado! Apartaba Alicia a Laura de la arenisca del camino. El sendero, al estar tan seco, había dejado una capa de polvo que se pegaba a los pies y era preferible pasar por encima del césped ya agostado.
-Deberíais haber conocido esta explanada en plena primavera, cuando la hierba es verde y los aromas del tomillo lo abarca todo. Si le echáis imaginación casi, con poco que sea, os podéis llevar a la mente esa realidad. Pasear por aquí relaja un montón.
- ¡Pero Pedro, si cojeas bastante!- Advertía Último Templario que iba escoltado de Amatos por doquier.
- ¡Anda con la de veces que os he dicho en el foro que yo cojeo! Cómo siempre os cuento que si hice esto y lo otro ya no le dais la importancia que se merece al hecho de que un servidor renquee. Pero bueno… uno tiene espíritu guerrero y, cuando el cuerpo duele, es buena noticia; nos avisa de que aún estamos vivos.