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FRUTOS
Frente a nosotros una imagen: son los que resisten la rutina de luchar cada día, de un modo ambulante; recorriendo plazas y calles. Hoy están en mi pueblo esos comercios que vienen y van desde tiempos inmemorables. Yo recuerdo gentes, gentes como mi padre; que tomaban del huerto lo vendible y se lanzaban al mercado ilusionados: Cargadas de burros y mulas, carretas de hortalizas y otros tubérculos pesados que, si en bayas gordas contamos sandías y otros tantos melones… ¡Qué bestias aquellas! Y, en lo rudo… ¡Qué hombres! Ahora, gracias al progreso, son furgonetas y camiones; la economía lo permite y, si nos mudamos al campo, mulas mecánicas y tractores ¡Qué saludable es ahora lo que emprendieron nuestros mayores!
Un gesto digno para honrar un pasado y gloriar este presente. Los frutos se tardan años, pero esos años vencen.
Con ustedes Pedro G. G.
Frente a nosotros una imagen: son los que resisten la rutina de luchar cada día, de un modo ambulante; recorriendo plazas y calles. Hoy están en mi pueblo esos comercios que vienen y van desde tiempos inmemorables. Yo recuerdo gentes, gentes como mi padre; que tomaban del huerto lo vendible y se lanzaban al mercado ilusionados: Cargadas de burros y mulas, carretas de hortalizas y otros tubérculos pesados que, si en bayas gordas contamos sandías y otros tantos melones… ¡Qué bestias aquellas! Y, en lo rudo… ¡Qué hombres! Ahora, gracias al progreso, son furgonetas y camiones; la economía lo permite y, si nos mudamos al campo, mulas mecánicas y tractores ¡Qué saludable es ahora lo que emprendieron nuestros mayores!
Un gesto digno para honrar un pasado y gloriar este presente. Los frutos se tardan años, pero esos años vencen.
Con ustedes Pedro G. G.